"No tengo necesidad de irritar"
A sus treinta años, y con veintiún obras estrenadas, José María Muscari puntea con sus trabajos una topografía despareja, de empacho teatral. Hay un desplazamiento apenas perceptible en la dinámica del exceso, que sirve para ubicar lo desmesurado como rasgo estético. Sin embargo, su estrategia apunta claramente hacia lo que quiere pese al tropiezo o el desacierto. Practicó diversos cruces, con más o menos fortuna, en los circuitos que pudo ocupar (off-comercial-oficial); tuvo cuatro obras en cartel casi todo el año pasado y ahora llegó al teatro oficial con Fetiche. Y en esa continuidad hay una línea, no coherente -¿no es esto, acaso, pedirle demasiado al teatro?- sólo una continuidad. Para leer la entrevista completa, visitar http://www.clarin.com/diario/2007/07/24/espectaculos/c-00815.htm