Para celebrar bailando en las alturas
Con obras de Carlos Casella, Carlos Trunsky y el director Mauricio Wainrot, el ballet festeja sus treinta años de vida con un espectáculo que certifica largamente su reputación. 9/10, por Alina Mazzaferro
Cuando en 1977 se creó el Grupo de Danza Contemporánea del Teatro Municipal San Martín, bajo la dirección de Ana María Stekelman, integrado por seis bailarinas y tres bailarines, había mucho por hacer en la danza contemporánea local. Hacía cinco años que ese teatro oficial le había dado la espalda al género y por fin volvía –con Kive Staiff a la cabeza– a prestarle atención, creando una nueva compañía y con ella un taller de perfeccionamiento para bailarines que le permitiría crecer y perdurar en el tiempo. Treinta años más tarde, ese ballet primigenio, poliforme y sin unidad de estilo se convirtió en la compañía que es hoy la más prestigiosa del país. Que se trata de un ballet homogéneo, de impecable técnica y capaz de abordar, con igual eficacia, diferentes estilos y lenguajes, es algo que éste ya había demostrado en diferentes oportunidades. Pero en el estreno del primer programa de la temporada 2007, en el que se presentaron obras de Carlos Trunsky, Carlos Casella y de su director Mauricio Wainrot, los bailarines del San Martín no sólo dieron cuenta de su ductilidad para adaptarse a las diversas propuestas. También pusieron especial énfasis en sus capacidades expresivas y actorales, desplegaron su personalidad y demostraron que son artistas completos y no sólo intérpretes del movimiento. El resultado: un programa exquisito, especial para rendir homenaje a esa casa que, desde hace 30 años, viene trabajando para y por la danza contemporánea argentina. Para leer la crítica completa visitar http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/13-6362-2007-05-16.html